Si una luna de miel debe ser una celebración de amor en un lugar íntimo, aislado y, sobre todo, hermoso, las Maldivas son el mejor telón de fondo para todo esto. Hay incontables numerables maneras de dejar que la magia de las islas les deslumbren en tu viaje. Una cena bajo las estrellas, con el ocasional titileo de una vela para traeros de vuelta al mundo real, una escapada de aventura a una isla desierta habitada, los dos solos para pasar el día entero, o no hacer nada en tu bungalow privado viendo las infinitas aguas turquesas mientras disfrutas de un tratamiento de spa en tu habitación.
Puedes elegir un baño por uno de los arrecifes de tu resort, con gafas y aletas, o bucear entre los preciosos y vibrantes arrecifes. Es una experiencia que reviviras durante días después de volver a casa, toda tu vida. Dáte el lujo de participar en una competición de pesca amistosa en una salida nocturna para pescar. No olvidarás el increíble paseo en bote al atardecer antes de anclar en un punto adecuado para pescar. Es como si la naturaleza jugara con los colores del sol poniente para asegurarse de que recordarás ese día, ese momento y ese amor el resto de tu vida. Tu luna de miel no tiene por qué ser una sola experiencia en la vida. La revivirás una y otra vez.
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